domingo, mayo 12, 2024

Fractal

FERNANDO F. CANCELA

 

De mi esposa Vivis para usted… en esta Semana Santa.

 

 

No está aquí; ¡ha resucitado! Recuerden lo que les dijo cuando todavía estaba

  con ustedes en Galilea: “El Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos

  de hombres pecadores, y ser crucificado, pero al tercer día resucitará.”

Lucas 24:6-7

 

Semana Santa. ¿Qué significa para ti?

 

Para muchas personas la Semana Santa representa un periodo de descanso, playas, sol, viajes para visitar a sus familiares y sobre todo, gastos, gastos y más gastos!… pero… ¿cuál es el verdadero sentido de la Semana Santa?

 

Hace algunos años mi óptica al respecto, no era otra cosa que el discurso religioso que me indicaba vivir un periodo de restricciones: tal como la costumbre de no comer carne, abstinencia en el ámbito sexual y visitas a iglesias para oír palabras que no entendía  porque en realidad no me interesaban; además, sentía una inexplicable y machacona sentencia: eres una pecadora sin remedio, pues al observar como algunas personas vivían los acontecimientos relativos a esta semana, y yo… tan solo tomando lo que me agradaba de la misma, como: el descanso, la playa y disfrutar de los platillos del mar, hacía que se removieran en mi interior, las preguntas que de vez en vez, rondaban mi conciencia: ¿hay algo más?

 

¿Por qué a veces me siento tan vacía y sin propósito? ¿Por qué me siento culpable? A lo que inmediatamente me defendía criticando y desaprobando a las personas que participaban en esta conmemoración. Recuerdo que de niña sentía gran fascinación en ver películas relacionas con este acontecimiento, sin embargo, al crecer, sustituí este gusto por las reuniones con amigos para disfrutar de algunas bebidas relajantes, así llamaba yo a las bebidas etílicas.

 

Gracias a Dios, mi visión al respecto ha cambiado… no por mí misma claro está, sino por la inexplicable misericordia de Cristo. Ahora soy consciente de la relevancia de estos hechos y me siento inmerecidamente honrada de participar en la también conocida como Semana Mayor.

 

No deseo tocar ninguna clase de tradición religiosa, pues no es mi afán ni abanderarlas ni criticarlas, mi interés es tan solo compartir con quien así lo desee, mi experiencia personal de la trasformación de mi óptica al respecto y que ha cambiado mi manera de vivir, disfrutando ahora de una vida plena.

 

La mayoría sabemos que en Semana Santa, se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús, pero… ¿quién es Jesús? Acaso es un invento creado por las religiones para controlar a los demás, un profeta, un revolucionario, el hombre cuya filosofía partió la historia de la humanidad en dos, o un personaje más que aparece en un conjunto de libros llamado Biblia.  Esta pregunta me hacía yo y esas eran las respuesta que me daba, según el último libro o artículo leído o de acuerdo al último pensamiento que había yo desarrollado, apaciguando en forma temporal esta pregunta, la cual, nunca pude contestar con certeza.

 

Pero un día, lo inexplicable se presentó en mi vida, causándome dolor y mil preguntas acribillaron mi mente, sin poder contestar ¡una sola!… ¿yo? que siempre había creído tener respuestas para todo, ahora no podía explicar nada. Tarde un buen tiempo en acercarme a la única fuente inagotable de sabiduría, al único que podía dar respuestas a mis preguntas, pues mi orgullo y mi soberbia eran muy grandes.

 

Las preguntas no fueron todas contestadas inmediatamente por Dios, aún tengo muchas sin contestar, pero ya no me agobian, pues ahora sé que Él, las ira revelando a través del proceso maravillosos de fe por el que me está llevando.

 

Pero Dios si contesto una pregunta inmediatamente y su respuesta me hizo someterme voluntariamente a este proceso de fe.

 

El contesto a mi pregunta acerca de ¿quién es Jesús? …su respuesta la puso en mi corazón, en su Santa Palabra lo constate y en los cambios hechos en mi vida, lo ratifico día a día.  

 

Si… Dios me dijo quién es Jesús: …”Este es mi hijo amado en quien tengo complacencia” (Mateo 3:17), comprendí que Jesús no es ningún profeta, ningún revolucionario, no es un ser humano que implemento una filosofía; Jesús es el hijo de Dios, es el Cristo, el Mesías, el único y verdadero Salvador que todo ser humano necesita, decida reconocerlo… o no.

 

Al ver esta verdad, no con mis ojos físicos, si no con los del alma… me di cuenta que Jesús siempre había estado ahí… “llamando a mi puerta hasta que quise oír y entonces le abrí y entro en mí y ceno conmigo” (Apocalipsis 3:20), di este paso y ahora ceno con Él, desayuno y como… es decir., tengo una relación con Jesús real, viva y dinámica.

 

Jesús también me dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mi” (Juan 14:6), la verdad relativa que ofrece el mundo, se desplomo cuando Él, se presentó como la única verdad, absoluta, clara y contundente, además, me ofreció un camino, el suyo, me invito a seguirle y en esto me regalo la vida… la plenitud.

 

Por eso ahora, la Semana Santa es un evento que sostiene la razón de mi vida, la razón de mis convicciones, la razón de mis ideales y de mis metas, en pocas palabras… de mi fe, y me honra el que Cristo me invite a participar en ella, pues en realidad yo soy una de las millones de razones por las que Cristo voluntariamente se entregó a la cruz. Tú también eres una bella razón, eres una  o uno de todas las mujeres y de todos los hombres por los que Él murió.

 

Si eres consciente de esta maravillosa obra hecha por el hijo de Dios, para que tengas una vida plena hoy y una vida eterna después de aquí… disfruta esta Semana Santa en familia con Cristo…

 

Si no es así, date una oportunidad, baja la guardia y acércate a Él, no busques una religión, busca una relación con Él, ven y ve por ti mismo (a) lo que Jesús el hijo de Dios puede y quiere hacer en tu vida, Cristo es real, es una experiencia vivencial y personal, nadie puede vivirlo más que tú, tendrás que verlo con tus propios ojos, experimentarlo en tu propio corazón, cuando el Apóstol “Felipe encontró a Jesús, busco a Natanael y le dijo: hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. Natanael le dijo: ¿de Nazaret puede salir algo bueno? Le dijo Felipe: ven y ve” (Juan 1:45-46) así que esta semana Santa, te invito a que vengas y veas, cerciórate, no oigas a los hombres, abre tu corazón y escucha la voz de Dios que te dice:…”Este es mi hijo amado en quien tengo complacencia.” (Mateo 3:17).

 

IRIS FONTECILLA DEL MORAL

MIEMBRO DE LA PRIMERA IGLESIA BAUTISTA DE XALAPA

AV. MANUEL AVILA CAMACHO No. 56

TEL. PART.: 8-17-09-77

PAGINA ELECTRÓNICA: wwwpibxalapa.com

 

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