Zaira Juárez García
La Antigua, Veracruz. – No conocer La Antigua, es ignorar las raíces de Veracruz, de un pueblo lleno de historia, gastronomía y diversión para quienes lo visitan.
Adentrarse en sus aguas y recorrer como un verdadero aventurero, lo que hace años exploró Hernán Cortés a su llegada, es una experiencia única.
La historia relata que fue un viernes santo-22 de abril de 1519-cuando Hernán Cortés y su armada llegaron a las playas llamadas Chalchihuecan y fue en ese año cuando el conquistador fundó La Villa Rica de la Vera cruz. Esto la convirtió en el primer Ayuntamiento y en la primera villa fundada por europeos en México.
Del Puerto de Veracruz a La Antigua, son sólo 40 minutos aproximadamente, en autobús y en automóvil aún menos. El costo de tu recorrido variará dependiendo de las comodidades y lugares que visites, pero aún con un bajo presupuesto este lugar tiene mucho que ofrecer a sus visitantes.
En el poblado aún quedan construcciones que datan de la llegada de Hernán Cortés, entre ellas: la llamada “Casa de Hernán Cortés”, es considerado el primer edificio realizado en América por los españoles. En este edificio se aprecian las ramas de los árboles que dan un aspecto mágico al lugar, como salido de un cuento, gracias a estas ramas también es que se ha sostenido por muchos años la edificación.
Aunque los historiadores indican que en realidad no fue la casa de Cortés, es una construcción histórica porque-cuentan-funcionó como Casa de la Contratación, durante el siglo XVI. A su lado está un cañón traído por los españoles que es exhibido para los turistas.
Atrás de la llamada Casa de Hernán Cortés, se localiza “El Cuartel de Santa Anna”, donde se encontraban las caballerizas de este personaje, esta construcción fue utilizada como fortaleza militar y hospital por los frailes franciscanos.
Con la llegada de los españoles también llegó la religión católica y la construcción de la Ermita del Rosario, la primera iglesia de América Continental, construida entre 1523 y 1524.
En este pintoresco lugar, también se localiza La Parroquia del Cristo del Buen Viaje, construida a mediados del siglo XIX.
Al recorrer las calles de La Antigua, justo antes del Mercado de Artesanías se encuentra «La Ceiba», el único árbol que persiste, donde según Cortés amarró sus navíos.
Atravesar el río en su puente colgante, visitar las construcciones históricas y tomar increíbles fotos, son sólo algunas de las actividades gratuitas que los turistas realizan cuando llegan a La Antigua.
Al igual que Cortés, sus visitantes pueden navegar por el río Huitzilapan en alguna de las lanchas que los pobladores rentan y así adentrarse en sus aguas hasta llegar al mar. Del río Huitzilapan al paseo de La Selva Acuática y Playa Chalchihuecan.
Para quienes visitan La Antigua, les espera también una exquisita gastronomía, deliciosos platillos preparados con mariscos y pescado fresco, gracias a que es un lugar privilegiado con el río Huitzilapan y su cercanía al mar.
A orillas del río Huitzilapan se encuentran diversos restaurantes y pequeñas fondas que ofrecen una gran variedad de platillos. Además, los fines de semana algunas señoras venden tamales de “Minilla” y aguas frescas, a un bajo costo, pero con todo el sabor de La Antigua.
Después de probar estas delicias marinas, lo más difícil será irse de La Antigua, porque quien prueba una vez los tamales, sus camarones y pescados, seguro regresa.
Para más contenido, no olvides seguirnos en nuestras redes sociales: https://www.facebook.com/paseandoconproyecto13/
https://www.facebook.com/Proyect013/
