Tras la publicación de una fotografía con presuntos líderes criminales, y las declaraciones del gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, de negar dichas fotografías, recibió amenazas por vía de mantas colocadas en al menos tres zonas de Morelos.
Entre las amenazas que recibió Blanco destaca una en la que se ofrecen a dar información sobre el asesinato del activista Samir Flores, quien era un activista indígena, originario de Amilcingo, principal «opositor» del Proyecto Integral Morelos, que pretendía la operación de un gasoducto y la termoeléctrica de Morelos.
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