Charbel M
El 2020 ha sido un año muy complicado para el mundo entero. Es un hecho que la pandemia del coronavirus afectó la economía mundial, agravando las condiciones preexistentes que preocupaban a los mercados globales y al desarrollo económico de cada país, como lo es la guerra comercial entre China y Estados Unidos, y la desaceleración económica que el mundo estaba afrontando desde el año pasado. Además, las decisiones que los gobiernos habían tomado en cuanto al desarrollo de políticas públicas en materia económica se vieron obstruidas e interrumpidas, ya que las prioridades cambiaron obligatoriamente, dándole mayor importancia al sector salud para combatir los problemas causados por el Covid-19.
México ha sido uno de los países más afectados por la pandemia, tanto en materia de salud como en materia económica. En este artículo nos enfocaremos en la parte económica, analizando lo sucedido durante el transcurso de este año y el comportamiento de la economía esperado para 2021.
Desde el año pasado la economía mexicana comenzó a desacelerarse debido a la disminución de inversión privada en el país, representando el 18.2% del PIB, obteniendo una disminución de -4.0% en comparación con 2018, de acuerdo con los datos del Banco de Información Económica del INEGI. Por ello, en 2019 el PIB mexicano se contrajo -0.3%.
Aunque existen diversos factores para explicar la desaceleración económica que se ha producido en México desde 2019 (como la antes mencionada guerra comercial entre E.U.A. y China), la inversión privada es un tema de alta relevancia, principalmente por las causas que han generado dicha disminución.
En primer lugar, en todo cambio de gobierno en cualquier parte del mundo es normal que exista cierta incertidumbre cuando un nuevo gobernante toma posesión de su cargo, principalmente por los cambios que este pueda realizar en las políticas públicas referentes al sector económico, situación que es inevitable, sobre todo cuando el próximo gobernante propone cambios en el modelo económico de un país, como lo fue en el caso de México.
En segundo lugar, la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) generó molestia e incertidumbre en el sector privado, en especial con los involucrados en el proyecto, dado que los convenios y licitaciones ya estaban pactados y legalizados, por lo que el gobierno tuvo que indemnizar a los inversionistas, los cuales vieron con malos ojos la decisión. Un caso similar se dio hace unos meses en la que se le retiró una concesión para construir una planta cervecera a la empresa Constellation Brands en Mexicali, luego de que habitantes de la ciudad se pronunciaran en contra del proyecto y el Gobierno de México decidiera someterlo a consulta, en la cual participaron 36 mil 781 personas, de las cuales el 23.3% votó a favor mientras que el 76.1% en contra. Dicho proyecto se había solicitado desde 2016 y se planeaba concluirlo el año pasado. Según datos de El Financiero, en febrero de este año la obra contaba con un avance del 70% y una inversión de 1,400 millones de dólares, siendo este uno de los mejores ejemplos para explicar la disminución de la inversión privada en México.
Otro punto que impactó en la desaceleración económica de México desde finales de 2018 fue la aprobación pendiente del T-MEC en los países que lo conforman (México, Estados Unidos y Canadá), principalmente en Estados Unidos, dado que se suscitó un amplio debate entre los demócratas y los republicanos, aunado a las políticas proteccionistas del presidente Donald Trump. Afortunadamente, dicho acuerdo comercial entró en vigor desde el 1° de julio de este año, conservando bases del TLCAN, su acuerdo predecesor.
La crisis provocada por el Covid-19 ha agravado la situación económica del país. De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en 2020 la economía tendrá un decrecimiento de -8%, mientras que el Banco de México prevé en su encuesta mensual que el retroceso será de -9.9%.
Esta semana el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, presentó el Paquete Económico y Presupuesto 2021, en el cual se describe cuáles serán los ingresos previstos por el gobierno federal y el gasto público que se realizará el próximo año. Destaca el apoyo a los programas sociales que se implementaron desde el comienzo del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, además los proyectos como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, Tabasco, el Nuevo Aeropuerto de Santa Lucía, y el Tren México-Toluca.
Por otra parte, el nuevo paquete económico no contempla nueva adquisición de deuda ni estímulos fiscales, ya que, según el propio Arturo Herrera, el gobierno ya utilizó todos los instrumentos financieros que tenían para momentos de crisis como el que se ha vivido este año, y señaló que las tasas de interés de México para obtener préstamos son más altas que las de otros países como Estados Unidos, Reino Unido o Alemania.
De acuerdo con la SHCP, la economía mexicana crecerá 4.6% en 2021, mientras que el Banco de México prevé un crecimiento del 3%. Diferentes analistas han calificado al Paquete Económico 2021 como “demasiado optimista”. Ariane Ortíz-Bollin, analista de Moody’s en México, mencionó que el dicho paquete “no es sostenible” debido a la austeridad del gobierno en el gasto público para acelerar la economía.
No obstante, Arturo Herrera menciona que es un presupuesto responsable, y que tampoco es demasiado optimista, tomando en cuenta que la caída que tienen presupuestada es del 8% y el crecimiento sería de 4.6%, por lo que no alcanzaremos los niveles de 2019 aún con estos números. En una entrevista, el secretario afirmó que, en comparación con el Banco de México, la SHCP cuenta con una mayor cantidad de datos para medir y pronosticar el funcionamiento de la economía en el 2021, por lo que afirmó que los datos de Hacienda son más realistas.
En cuanto al tipo de cambio y la venta de barriles de petróleo, Haciende prevé el precio del dólar en $22.10 pesos, mientras que el precio promedio de la mezcla mexicana sería de $42.10 USD por barril, aumentando su producción a mil 857 miles de barriles diarios. El presupuesto de ingresos del país en 2021, de acuerdo con los mismos datos, sería de 5 billones 539 mil millones de pesos.
El principal problema para la economía mexicana en 2021 seguirá siendo el Covid-19. Pese a que la vacuna rusa Sputnik V está lista para comenzar a distribuirse, aún tardará varios meses para que pueda llegar a México, ya que faltan realizar más pruebas para conocer los efectos que ésta pueda tener. Una de las mayores apuestas de México, además de la vacuna rusa, era la de Astra Zeneca y la Universidad de Oxford, la cual se vio obligada a suspender sus ensayos clínicos el 6 de septiembre debido a que uno de sus pacientes se enfermó, pero la Autoridad Reguladora de la Salud de Medicamentos en Reino Unido ya ha recomendado que los ensayos se reanuden.
Esta semana la mayor parte de las entidades del país pasaron a semáforo naranja y algunas a semáforo amarillo, como el caso de Sonora, Chihuahua, Tamaulipas, Veracruz, entre otros.
Mientras México no cuente con una vacuna eficaz y comprobada, continuará el riesgo de un rebrote del virus, por lo que tanto las autoridades sanitarias como los ciudadanos tendrán que seguir con la recomendación y aplicación de las medidas sanitarias necesarias para lidiar con este problema, para así evitar que se dé un rebrote o que, si se llegase a dar, que no sea de la misma magnitud que el que tuvimos hace poco. De lo contrario, la economía puede volver a estancarse y con ello, desajustar el presupuesto, dañar las finanzas de trabajadores y empresarios, y afectar las expectativas de crecimiento para el próximo año.
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