Por: Noé Flores Cortés
Síguenos en www.nuevosol.com.mx
*Feliz cumple al mejor pelotero que ha dado la ciudad de Córdoba
*Festejó su 63 aniversario en casa
*Quiso ser futbolista (portero)
Un 16 de junio pero de 1957, vio la luz primera Salomé Brojas Romero, en la Aguillón Guzmán, de donde salió para triunfar en el mejor béisbol del mundo, así como el de México, lo que le ha valido ser huésped distinguido del Salón de la Fama.
Surgido del equipo Transportes en la Liga Cordobesa, Salomé Barojas fue visoreado y firmado para Cafeteros de Córdoba, donde dejó constancia de su calidad en el montículo; varios llenos en Beisborama fueron precisamente cuando estaba anunciado para lanzar el orgullo cordobés.
Tras su paso por Cafeteros de Córdoba, Salomé jugó para los Broncos de Reynosa, que fue la ciudad a donde se trasladó la franquicia con Chara Mansur al frente y de ahí pasó a los Diablos Rojos del México, donde hizo historia.
Fue precisamente como Diablo, cuando dio el salto a las Grandes Ligas, con los Medias Blancas de Chicago, donde se instituyó la S-A-L-O-M-A-N-I-A cada vez que subía a la lomita de las responsabilidades.
Acompañado de su esposa Gina y de sus dos hijos, además de los nietos, Salomé festejó su cumple número 63 en casa, guardando la sana distancia y a la espera de que retorne la actividad del béisbol para volver a jugar con los veteranos y también a la espera de las elecciones de la Liga Cordobesa, pues él es el candidato a la presidencia del organismo y ya manifestó algunos de sus planes para rejuvenecer la liga.
El 11 de abril de 1982, Salomé debutó en Grandes Ligas con Medias Blancas de Chicago, donde triunfo, después pasó a Marineros de Seattle y Philis de Filadelfia, antes de volver a los Diablos Rojos del México.
En el pacífico dejó constancia de su calidad con los Venados de Mazatlán y Tomateros de Culicán; Salomé es segundo lugar de todos los tiempos en ganados y perdidos, con un 665 y es octavo en todos los tiempos en salvados con 152 rescates.
EL DATO:- Salomé quiso jugar primero fútbol, de hecho, lo hizo como portero, pero como toda su familia era y es beisbolera, tuvo que cambiar a “fuerza” sus preferencias para más adelante convertirse en el mejor pelotero de Córdoba, de todos los tiempos.
“Me gustaba ser portero, porque me agradaba “volar”, me lanzaba a todos los balones y jugaba al béisbol en el campo del Palomar, hasta que un día domingo, me levanté y busque mis arreos de portero y no estaban, me cansé de buscarlos hasta que mi mamá me dijo que ya los había tirado a la basura, por lo que me tenía que ir con ellos al béisbol, situación que hice un tanto molesto y para acabarla de amolar el equipo que dirigía mi papá don Vicente no se completó, por lo que tuve que jugar… Sí, en el jardín derecho; ya después fue short y luego y gracias a Dios pitcher”.
Salomé, muchas felicidades.
