Cuitlhuac, Ver.- Cuantos años han pasado de esa lucha por la igualdad, de buscar los derechos civiles de acabar con la marginación y la discriminación. Desde hace más de 500 años esta lucha no ha terminado, de ahí su slogan, «Existimos porque resistimos».
Ayer, durante su VIII encuentro nacional e internacional de mujeres afromexicanas y afrodescendientes, dieron muestra de su hermandad, su organización y capacidad de liderazgo de esas mujeres que llegaron de otros estados, Oaxaca, México, de varios municipios de Veracruz y de países como Cuba, Colombia, China y de Estados Unidos.
El pueblo de Mata Clara fue el gran anfitrión, dieron posada a esos huéspedes que no quisieron perderse este gran encuentro.
Por el desayuno, comida y cena, no se preocuparon, porque don José Antonio Rosales Marino, encargado de la cocina, atendió a todos los invitados. Ahí llegó el presidente municipal de Cuitláhuac, Martín Rico Martínez, su esposa; presidenta del DIF, los dos de descendencia afro, con más razón dio todo el apoyo para que este gran encuentro, fuera todo un éxito.
Hicieron presencia grandes mujeres, líderes de varias regiones que continúan con esta lucha para ganar más espacios en esta sociedad, porque como lo dijo la diputada federal electa, Rosa María Castro Salinas, que las mujeres afro descendientes y afromexicanas como todas las mujeres del mundo, aún siguen siendo vulnerbles, humilladas y marginadas; de ahí que ahora como diputada federal, la primera diputada que surge del movimiento afro, al subir a Tribuna será la voz de las mujeres de color y buscará que aterricen las políticas públicas, para que lleguen los recursos, para que haya una mejor educación, salud y atención a este grupo vulnerable.
En este VIII Encuentro Nacional e Internacional, se ofrecieron conversatorios, conferencias y eventos culturales que permitió fortalecer esta lucha afro.
Hoy se clausura este gran encuentro, donde el alcalde, Martín Rico, queda satisfecho, porque Mata Clara, fue el gran anfitrión, porque su comunidad se caracteriza de estar conformada por gente organizada, de un gran corazón que como raza afro, es humana y sensible, pero también guerrera para defender sus derechos civiles y Constitucionales.