La Margarita, Oaxaca.- La mala administración de las dirigencias locales de la ULPCA-AC y de la CNPR del ingenio La Margarita, los ha llevado a un endeudamiento con el Instituto Mexicano del Seguro Social por un monto de alrededor de 43 millones de pesos; por lo que el IMSS ha procedido al embargamiento de estas organizaciones, al no pagar las cuotas de aseguramiento de los productores afiliados a estas organizaciones, se quejaron cañeros de esta región de la Cuenca del Papaloapan.
Hoy, los cañeros están siendo objeto de altas cuotas locales, comentaron, del que los cañeros ya están cansados porque la ULPCA-AC aplica un descuento de cuota local de 13.29 y otros 5 pesos con 30 centavos por tonelada de caña por control de calidad; que en suma, les están descontando en esta liquidación 18.59 pesos por tonelada de caña.
De esto, el dirigente de esta organización, Guillermo Rosas Pacheco, de quien creían que era la panacea, que iba a sacar adelante esta organización, cada vez endeuda más a la ULPCA-AC, expresaron un grupo de cañeros; quienes pidieron no revelar su nombre, por temor a represalias.
En el caso de los cañeros adheridos a la CNPR, el dirigente local, Ramón Hernández Vidal y su Comité, aplica una cuota local de 18.94 por tonelada de caña, más 8.22 por control de calidad, hace una suma de 27.16; altísima la cuota para unos productores que van al día con el cultivo de la gramínea en esta región oaxaqueña.
Los cañeros de estas dos organizaciones se preguntan, qué le hacen al dinero de esas cuotas tan altas, a donde van a parar; en que ranchos están invertidos; pero expresaron que al final, los culpables son ellos por seguir confiando en estos dirigentes que los tienen en una economía agonizante; que solo trabajan las tierras para no morirse de hambre, porque no hay un cultivo que aguante tanto las sequías en esta zona del llano; y ahora hasta en la zona sierra, debido al cambio climático.
Expresaron que a ver ahora que les depara en la próxima zafra, y que destino tomarán estas organizaciones que nos tienen al borde de la quiebra, por una mala administración de los dirigentes de estas organizaciones; aunque digan lo contrario.
