*Hoy es tiempo del cordobés Ricardo Ortiz
*París 2024, sencillamente espectacular
Por Noé Flores Cortés
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Cuando se puso en marcha la fiesta de los Juegos Olímpicos en Paris, don-de la ceremonia inaugural resultó sencillamente espectacular, vamos a recordar Los Angeles 1984, donde Ernesto Canto y Raúl González nos hicieron vibrar y hoy el turno es para el cordobés Ricardo Ortiz Rivera.
Que afán de querer buscarle algo, con la finalidad no se si de manchar la trayectoria del atleta o desvirtuarla; cuando hablamos de Ricardo Ortiz, primero dijeron que iba representando a Guanajuato y no a Veracruz… Y eso en que les afecta; ahora ya dijeron que es de Amatlán y no de la tierra de los 30 Caballeros… Señores, todos los atletas que están en París, tienen el uniforme de MEXICO, es decir representan al país, no a un municipio.
Porque no se preguntan porqué se formó en Guanajuato, es que así fue; quizá allá vive, quizá en Veracruz no le apoyaron para entrenar; eso es querer dar lata, por decir lo menos; la fuga de talentos siempre ha existido; solo les recuerdo que la gran mayoría de tenistas cordobeses, estudiaron en Estados Unidos, becados por una universidad a la cual representaron y cuando regresaron a México, nunca dijeron que eran de Houston, Oklahoma o Los Ángeles; cordobeses y ya.
Pero mientras disfrutamos las imágenes de cientos de embarcaciones en el Río Sena, la canción de Imagina y el desfile de la delegación mexicana cantando el Cielito Lindo y nos preparamos para ver en acción a los nuestros, vamos a recordar a los dos grandes de la marcha, Ernesto Canto y Raúl González.
Se cumplen 40 años de la hazaña de Canto y González, una jornada histórica para el atletismo mexicano, en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, que no se olvida en México.
Gracias a Ernesto Canto y Raúl González, pues se erigieron como las máximas figuras de la delegación el 3 y el 11 de agosto de aquel 1984, con par de actuaciones que hasta hoy, son las mejores en la historia de la marcha y el atletismo de México.
El trabajo del histórico entrenador hacedor de campeones Jezy Hausleber tuvo un pináculo en Los Ángeles 84, donde solamente se refrendó el dominio de sus discípulos, que ya habían ganado sus pruebas en diversos certámenes en el mundo.
La marcha de los 20 kilómetros, fue la primera prueba de resistencia que se llevó a cabo bajo el sol agobiante de verano; en la salida los dos alumnos de Hausleber, Canto y González, los dos favoritos que no defraudaron a millones que seguimos a través de la TV su participación.
Una prueba extenuante que concluyó tras una hora, 23 minutos y 13 segundos, tiempo que marcó Ernesto Canto, originario de la Ciudad de México y campeón mundial y Panamericano un año antes. No fue todo, trae él un uniforme idéntico se aproximaba con buen paso para reclamar la plata olímpica, Raúl González, tan solo siete segundos después cruzó la meta para poner en el podio por primera vez en la historia el pendón mexicano por partida doble.
Para el 11 de agosto, una prueba más para la marcha mexicana, los 50 kilómetros, ahora la carta fuerte fue Raúl González, todo estaba listo para volver a bañarse en oro y así ocurrió, “Don Galleto”, subió a lo más alto del podio haciendo vibrar a millones de mexicanos.
Sólo ocho días para reponerse de la desgastante prueba en los 20 kilómetros y de vuelta a la acción; el 11 de agosto de 1984 volvían a estar ambos marchistas en la salida, ahora tocaba invertir los papeles, Raúl mantuvo el paso constante en la prueba, nunca alejado del primer grupo hasta que tomó el liderato; Ernesto perdió posiciones.
Raúl paró el crono en tres horas, 47 minutos y 26 segundos al cruzar la meta, oro olímpico y récord en la justa. Por primera vez dos oros, tres preseas en pruebas de atletismo. Ernesto Canto falleció a los 61 años, pero dejó un gran legado; Raúl fue director de Conade y presidente de la Liga Mexicana de Beisbol; vino a Beisborama alguna vez con esa investidura.
Hoy es tiempo del cordobés Ricardo Ortiz Rivera, que va en los 20 kilómetros marcha, es el primer atleta de la zona que está en unos Juegos Olímpicos y más allá de estar atentos y conectados mandándole desde aquí buenas vibras, algunos (los menos), están peleando de que va por Guanajuato, que no es cordobés, que es de Amatlán.
Vamos Ricardo, va por México y por toda la zona centro del estado. El mayor de los éxitos.