jueves, abril 18, 2024
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José Calzada

ALCALDES AL SENADO

Los alcaldes del PRI de las dos ciudades más importantes del estado se consolidaron como los grandes perdedores de elecciones, es decir, reprobados en su ejercicio público si se toma en cuenta que las elecciones califican gobiernos. Américo Zúñiga Martínez y Ramón Poo Gil, ambos hijos de políticos de la vieja cuña del PRI por demás no heredaron la sensibilidad y capacidades a sus padres, pero sí el hambre del poder, los dos aspiran a ser candidatos al Senado de la República aún con la pobreza de sus cartas credenciales que sólo garantizan una derrota más para su partido.

En los procesos electorales federales del 2015, las locales del 2016 y 2017, los alcaldes mostraron sus debilidades a plenitud con derrotas catastróficas para los candidatos de su partido, resultado de gobiernos estériles que incumplieron con el juramento de cumplir hacer cumplir la ley, promover el desarrollo y mejorar las condiciones de sus habitantes a pesar de que Veracruz cuenta con un presupuesto anual de más de mil millones de pesos más sus recaudaciones propias y Xalapa, también con más de mil millones de pesos que utilizaron a capricho pero que no se observó en los respectivos municipios, no lograron convencer a sus gobernados que el partido ni su persona son la mejor opción para la representación social.

Con sus resultados como gobierno, los candidatos de su partido no tuvieron que ofrecer en las elecciones locales y federales, por lo tanto, los ciudadanos rechazaron el refrendo de su voto a ese partido que representa más de lo mismo, ineficiencia, falta de transparencia, opacidad, obras de mala calidad y servicios municipales de cuarta.

Es así como están a punto de concluir sus grises gobiernos municipales que en nada abonaron ni recompensaron al partido que los hizo gobernantes, pero ahora, buscan la permanencia en el presupuesto público a sabiendas que en un ejercicio de honestidad no podrían tener posibilidades de triunfo por la simple y sencilla razón de que los ciudadanos de sus municipios no los quieren, los rechazan.

Y conforme se les desvanece el poder de las manos, sus propios aliados, partidarios y ciudadanos se envalentonan y expresan de manera pública y privada su rechazo y los critican de manera ácida.

A Ramón Poo Gil prácticamente todos se le han salido del corral, empezando por el dirigente de su partido en el puerto de Veracruz, Raúl Díaz Diez quien como agente del senador José Yunes Zorrilla, se ha dado a la tarea de marcar puntualmente los errores del presidente municipal con pelos y señas, con un silencio total como respuesta. La fuerza del alcalde es muy débil, ni las cámaras empresariales ni otros sectores asisten a sus eventos.

En iguales condiciones se encuentra el alcalde de Xalapa, quien alzó la mano para la candidatura al Senado con la doble intención de negociar la diligencia del PRI Estatal, pero el rechazo al bohemio edil es natural, tanto al interior del PRI como al exterior, las manifestaciones de los ciudadanos por la falta de obra a pesar de que este año recibió mil 200 millones de pesos de presupuesto público.

Los alcaldes que gobernaron mal y que poco tienen de políticos, nada tienen que hacer ante otro alcalde que sí ganó elecciones y que sí lo quieren en su municipio que transformó y que es ejemplo nacional de que sí se puede, se trata de Juan Manuel Díez Franco a quien su gente lo quiere no sólo como candidato al Senado, sino como gobernador.

Juan Manuel Diez es odiado por muchos, pero a pesar de sus enemigos políticos logró sacar adelante a los candidatos de su partido el PRI, y entregará a un incondicional de él, el ayuntamiento de Orizaba.

Pero no sólo está Juan Manuel Díez enfrente de los malos alcaldes de Veracruz y Xalapa. también se encuentran dos mujeres de peso, aunque perdedoras las dos de su última elección curiosamente por los dos alcaldes en cuestión, se trata de Elizabeth Morales García y Anilú Ingram Vallines.

Elizabeth Morales actual delegada del ISSSTE en Veracruz es la carta fuerte del grupo de mujeres priístas no convencionales pero con un inmenso poder dentro del PRI y las viejas estructuras del sistema político, será mucho muy difícil que otra mujer la desplace en el único espacio para la equidad de género en la fórmula del tricolor al Senado.

Anilú Ingram, sostenida desde Bucarelli por el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong quien la hizo delegada de la SEDESOL en Veracruz, tendrá muy poco margen de operación para lograr la asignación de la candidatura y en mucho dependerá de las negociaciones del propio Osorio en sus aspiraciones presidenciales.

Pero aún hay más. El diputado federal del PVEM, Javier Octavio Herrera Borunda tiene la mano levantada desde el 2015 para la candidatura al Senado y en caso de una virtual alianza con del PVEM con el PRI, es el único que estaría en la mesa de negociación para buscar la primera posición de la fórmula.

Los escenarios políticos de Veracruz no garantizan nada para nadie, por el contrario para el PRI será difícil un triunfo en el Senado, aunque en mucho dependerá de la candidatura presidencial y de la gubernatura, es por eso que hoy por hoy la posición primera es la más  codiciada en la fórmula que acudirá a las urnas en el verano del 2018.

plumanegra12@gmail.com

 

 

 

 

 

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