jueves, julio 24, 2025
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Encuentro bilateral y hegemónico


AMLO y Trump, ¿sin muro?
Alguien cedió y fue el presidente de México; López concretó su primer viaje al extranjero, con una visita catalogada como “de negocios”, se reunió en Washington D.C. con Trump.
Desde el comienzo de su gobierno hizo hincapié en que “la mejor política exterior es la nacional”, buscando poner más atención a los vastos problemas que hay en el país, López Obrador rechazó rotundamente participar en diversas ocasiones en cumbres internacionales con jefes de estado.

Pero, no pudo negarse a una invitación de su homologo, el Presidente de EEUU, Donald Trump, quien buscaba celebrar el comienzo del T-MEC, el nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.

De este último, el Primer Ministro Justin Trudeau, declinó la invitación siendo el ausente del trinomio, pese a ello la reunión siguió en marcha en Washington entre Trump y López, con una reunión colmada de halagos recíprocos entre ambos mandatarios, más allá del formalismo y los protocolos, pareciera una reunión de “amigos” o viejos conocidos con ideas y proyectos similares.

Desde el comienzo de su campaña presidencial en 2016, Trump, se abalanzó contra los migrantes que llegan a su país y en específico contra los mexicanos, culpándolos en cierta forma de los problemas que enfrenta Estados Unidos, con la promesa de campaña la construcción del muro fronterizo, mismo que a palabras del ahora presidente, sería el gobierno de México quien lo pagaría.

En aquel momento en una búsqueda de acercamiento, el Presidente de México Enrique Peña, invitó al polémico candidato estadounidense, dejando una sensación de vergüenza nacional ante la corte y pompa con que fue recibido y al no poder hacer frente a la serie de descalificativos que propinaba Trump contra los mexicanos en propio territorio nacional.
Ante ese hecho los políticos en su mayoría criticaron al jefe del ejecutivo, uno de ellos fue precisamente Andrés Manuel López, quien fiel a su estilo (antes de ser presidente), sin cautela y severo, dejando mal parado a Peña Nieto, quien asumiría la responsabilidad de tan penoso momento.

Por su parte, el líder de izquierda aseguraba que de llegar a la presidencia no tendría reparo en poner a Trump en su lugar e incluso hasta cortes internacionales expondría el caso de ser necesario. Dos años más tarde, el experimentado opositor mexicano sería electo presidente, para su toma de protesta invitaría al propio presidente Trump, quien enviaría a su hija en su representación.

Como si la obediencia y sumisión al presidente de EEUU vinieran implícitas con la investidura presidencial mexicana su discurso ha cambiado, accediendo ampliamente a las conveniencias del país vecino del norte. Desde las convulsas caravanas de migrantes hasta la entrada en vigor del nuevo acuerdo comercial T-MEC; colocando también a Olga Sánchez y Marcelo Ebrad como responsables de esta incongruente ambigüedad desorientada que ha caracterizado al actual gobierno de México.

El caduco TLCAN, impulsado en la década de los 90s por el ex presidente de México Carlos Salinas y hecho propio por su similar George Bush (padre), metió oficialmente a México a la etapa conocida como neoliberalismo, modificando drásticamente las estructuras económicas de nuestro país, el tratado siempre fue polémico e inequitativo, para algunos sectores fue algo favorable y para otros, en contraste, los condenó a la miseria.
Con el paso del tiempo México supo acomodarse mejor al acuerdo tripartita; en los últimos años la economía nacional tuvo un mayor anclaje a EEUU, atrayendo nuevas inversiones e instalación de fábricas, abriendo fuentes de empleo. Serie de hechos que motivaron la ira de Trump, argumentando el desastroso clima que había dejado a su país el tratado, por ende, su motivación desde campaña de cancelarlo y elaborar uno nuevo.
Nada es coincidencia, en política (y menos en Estados Unidos) ningún cabo se deja suelto cuando hay una campaña presidencial próxima.

El martes 3 de noviembre del presente año se celebran elecciones presidenciales en EEUU, con él mandatario buscando su reelección por cuatro años más; una contienda difícil para Donald Trump, al caer drásticamente en los índices de popularidad e intención de voto, llegando a ser rebasado en algunas encuetas por el demócrata Joe Biden, en la pelea por la Casa Blanca.

El fluido discurso “amistoso” de López, plagado de dadivas, puso a Trump como un presidente benévolo y solidario respecto a México (imagen que dista mucho de la realidad), podría interpretarse como una colaboración en vísperas al arranque oficial de la campaña electoral, utilizándolo como bálsamo o aliciente ante la creciente comunidad hispana, sector clave en las decisiones políticas estadounidenses.

Como parte de la celebración de la entrada en vigor del T-MEC, un grupo selecto de destacados empresarios mexicanos fue participe del encuentro bilateral, al recibir una invitación a cenar en la Casa Blanca, donde mostraron su optimismo, en espera de buenos resultados del naciente acuerdo.
¿Cómo quedaría la imagen de México, ante un hipotético cambio de presidente en EEUU, el próximo año, se vería afectada la relación bilateral, o continuaría con una postura “amistosa y sumisa”?
JA Sandoval

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