Por: Noé Flores Cortés
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*Tras 26 años de carrera
Todo principio tiene un fin, lo difícil es saber cuándo llega éste último, para saber retirarse a tiempo y creo que Luis Enrique Ponce Rico, lo analizó más de una vez y decidió decirle adiós al arbitraje dentro del futbol del llano, luego de 26 años de carrera.
“Amigos, hoy he tomado la determinación de decir adiós para siempre de las canchas, ha llegado el momento de cerrar una página más en mi vida, donde encontré gracias al arbitraje una vocación mas en mi vida personal”, señaló el ahora ex árbitro.
Luis Enrique Ponce Rico, señaló que desde las canchas más complicadas, hasta las más humildes; siempre llevó todo su entusiasmo, diversión y controversia, dijo que siempre fue un profesional del arbitraje y que se esforzó ciento por ciento, sacrificando cosas importantes de su vida personal.
“Dejé de ver crecer a mis hijas e hijos, para poder completar mi gasto de casa, ahí conocí a las madres de mis hijos, traté de ser siempre el mejor, a pesar de tanta competencia, siempre hice de mi trabajo buscando el mejor resultado”, argumentó.
Durante los 26 años de carrera arbitral, Luis Enrique Ponce Rico, debió pasar de todo, buenas jornadas, con resultados agradables, lo cual siempre resulta difícil para un silbante, pues el equipo que pierde casi siempre busca justificar su derrota echándole la culpa al árbitro, pero una de las muchas satisfacciones es ver que los pequeñitos que corrían tras el balón, siendo muy niños ya son jóvenes, muchos de ellos profesionistas, que lo saludan con gusto, aunque en contraparte hubo gente que inclusive lo veía como enemigo.
“Hubo agresiones que nunca mis directivos resolvían a mi favor; compañeros que vi caer; lugares mágicos que no creo volver a ver; por ello, sólo pido que cuando me toque partir, me cremen y parte de mis cenizas sean regadas en Monte Blanco, Tomatlán y Tapia, mis tres amores de campos; bueno amigos espero poder terminar mi carrera de 26 años, dignamente pitando algún juego”, enfatizó.
Emotivas sin lugar a dudas las palabras de Luis Enrique Ponce Rico, quien pitó durante 26 años en las diferentes ligas de futbol de la región, dejando constancia de su calidad humana y como árbitro, a pesar de no contar nunca con el apoyo de los directivos de las mismas, ni de los colegios de silbantes.