Benito Juárez Ramírez
(Primera parte de reportaje)
Tezonapa, Ver. – Como en otros municipios del país donde cerca de 30 millones de alumnos regresaron a clases en la modalidad a distancia por la pandemia Covid-19, alumnos de la sierra de Tezonapa enfrentan un triple reto para continuar su educación.
La desigualdad económica, la brecha digital y la falta de comunicación, son parte de los retos que lidian padres y alumnos de los distintos municipios del país, como Tezonapa que tiene 46 comunidades indígenas donde no hablan bien el español, porque su lengua madre es el náhuatl, zapoteca o el popoluca.
Al respecto, el alcalde de este municipio veracruzano; Arturo Sánchez García, indicó que Tezonapa es otro de los afectados con esta modalidad, pero que esta situación también se vive en municipios como Córdoba, donde tampoco hay internet en la zona serrana.
“Es un problema en todos los municipios, tanto urbanos como serranos, porque en todos lados hay pobreza. Algunos padres con la pandemia tuvieron que empeñar hasta su televisión, que con esfuerzo habían comprado y la gente no tiene dinero para contratar internet”, dijo.
En un municipio de alta marginación donde algunos no tienen televisión ni señal, aunque hablen español, para el presidente municipal de Tezonapa, una opción hubiera sido arrancar el ciclo de enero a enero, o que al menos dos veces por semana los estudiantes tuvieran clases presenciales en diferentes horarios con todas las medidas sanitarias para evitar los contagios.
Comunidades de Tezonapa, en la educación
El municipio tiene un total de 149 localidades, limita al oeste con Zongolica, al norte con Omealca, al oeste y sur con el estado de Oaxaca, donde solo una calle los separa del municipio de Cosolapa.
En un territorio montañoso, con comunidades como Laguna Chica, Santa María, Caxapa, entre otras; padres de familia sortean junto con sus hijos las limitantes de este nuevo ciclo escolar.
Christina Saldaña, en la comunidad de Laguna chica, relata que su hija que cursa el quinto año de primaria inicia a las ocho de la mañana sus actividades; de 4 a 6 toma las clases televisadas, después saca una síntesis y debe mandarla en la noche por WhatsApp, a su maestra.
Sin libros físicos, solo archivos que descargan de internet, la pequeña debe realizar las actividades en conjunto con su madre, que debe hacer a un lado las tareas del hogar para repasar el aprendizaje de primaria junto con ella.
En comparación con la modalidad “normal”, este ciclo escolar es más difícil tanto para los papás como para los niños, asegura la señora Saldaña.
Sin embargo, teme a las clases presenciales debido al riesgo a que su hija y otros niños de la comunidad puedan contagiarse de Coronavirus.
Comenta que, con esfuerzo, trata de adaptarse a la “nueva normalidad” y recordar lo que hace años aprendió en la escuela para ayudarle en la tarea a su hija, pero que hay otras familias que tienen situaciones más complicadas. “Hay familias en la comunidad que no saben que hacer, no saben acerca de las clases, hay algunos niños que han dejado la escuela, están desorientados”.
Al adentrarse en otra vivienda de la comunidad con piso de tierra, block, láminas y madera, se observa una pequeña televisión donde otros niños buscan el canal 91 para ver si hay clases, bajo la supervisión de la señora Gregoria Rosas.
Este grupo de niños, dijeron tener problemas para aprender mediante la televisión y que aún se encuentran en proceso, porque repasan temas de años pasados.
A la par, en la comunidad Santa María, la señora Elena de los Santos, madre de un niño que cursa el tercer grado de primaria, espera que la maestra de su hijo logre que autoricen dividan dos grupos para las clases, uno en la mañana y otro en la tarde, para que aprendan mejor.
De lo contrario, considera que es más difícil para los niños entender las actividades que les encargan, y que, aunque ellos como padres están a cargo, no tienen las herramientas necesarias para ayudar a sus hijos.
En esta misma situación, se encuentran comunidades como Cachapa que tiene 2 mil 500 habitantes; con dos primarias, dos kínderes, una secundaria y un bachillerato, donde alrededor de 500 alumnos atraviesan por esto… Sin internet, televisión y en otro idioma, es como alumnos de comunidades tendrán que aprender, o de lo contrario dejar perder el año.