Manuela V. Carmona
Orizaba, Ver.- Tras seis meses de trámites legales, Adán y J Pablo, unirán sus vidas este sábado, en una ceremonia frente a familiares y amigos, convirtiéndose en la primer pareja del mismo sexo en realizar esta unión en Orizaba, con la finalidad de dar certeza a la relación que mantienen desde hace tres años.
En rueda de prensa, Adán Cervantes, de profesión docente de primaria, emitió un llamado al Gobierno del Estado, como integrante de la comunidad LGBTTTI, para que simplifiquen los trámites del matrimonio igualitario.
“Acudí con mi pareja al registro civil para solicitar casarnos, llevamos todos los documentos pero recibimos una negativa, con la cual acudimos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, iniciado el proceso de amparo para poder casarnos”.
Explicó que en pleno 2017, las parejas homosexuales, son tratadas como ciudadanos de segunda o como ciudadanos peligrosos, al tener que hacer un procedimiento para poder ejercer un derecho marcado en la Constitución.
“Es muy clara la constitución, pues dice que todos los mexicanos tenemos derechos a la familia y al matrimonio, exijo que se me respete ese derecho, la Declaración Universal de los Derechos Humanos habla sobre la familia y el matrimonio diciendo que cualquier ciudadano mayor de edad en pleno uso de sus facultades mentales tiene derecho a contraer matrimonio con cualquier persona, tiene derecho a forma una familia, pero no marca que esa unión debe ser entre un hombre y una mujer, por ello le exijo al gobernador la reforma al Código Civil del estado de Veracruz para que este trámite sea más simple”.
Añadió que a unas horas de celebrar su boda, con un proceso legal de más de seis meses y una respuesta favorable de parte de la Suprema Corte de Justicia, aun no se ha emitido el dictamen que avale este matrimonio igualitario
“Pido que no nos vean a los integrantes de la diversidad sexual como personas peligrosas, ni dañinas, somos personas que trabajamos, que producimos y que hacemos muchas cosas; mi deseo es casarme para darle certeza legal a la relación que tengo, pero es agobiante superar los trámites legales que exige la burocracia en el estado”.
Señaló que aparte de ser un trámite de muchos meses, en algunos casos se vuelve una gestión difícil de costear económicamente, pues el acompañamiento del abogado en algunos casos es muy caro.
“Afortunadamente en mi caso, tenemos un abogado que nos está apoyando y no nos cobra más que lo necesario, pero algunos abogados cobran cantidades altas, un factor más que se debe sumar a los tantos que se interponen para legalizar una unión gay”, finalizó.
