Dan último adiós a Beto Echevarría; le llora su gente

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Benito Juárez Ramírez

Tezonapa, Ver.– Más de 2 mil personas –entre ellos –el senador Pepe Yunes, el exdiputado federal, Pedro Montalvo Gómez; la diputada federal, Lilian Zepahua; los presidentes municipales de Omealca, Cuichapa, Naranjal y Atoyac; José Manuel Montalvo Gómez, Juan Manuel Torres Camacho, Francisco Tepepa Miranda y Agustín Mollinedo, respectivamente; y toda la clase política de la región, acompañaron a Beto Echavarría Ortiz, hasta su última morada.

La misa de cuerpo presente inició alrededor de las 11 de la mañana, – y que fue oficiada por tres ministros-, se llevó a cabo en la iglesia de Laguna Chica; ahí, donde se congregaron familiares y amigos; aquellos con quien compartió momentos de alegría, de trabajo, de política y convivencias; ahí estuvieron; menos los dirigentes cañeros de la CNPR, de ingenios de la región.

Lo que abundaron, fueron las flores, coronas y más coronas, ramos, arreglos florales; lo que habló del aprecio que le tuvieron al dirigente cañero.

Después de la misa de cuerpo presente, sacaron el féretro y decidieron llevarlo a hombros hasta su última morada; y así empezó el peregrinar por más de un kilómetro hacia el panteón municipal, acompañado por su esposa Ada, e hijos; madre y hermanos.

A lo lejos se observaban los ríos de gente; el calor era intenso, pero fue lo de menos; porque el objetivo era acompañar al amigo, a Beto “Chango” como le decían en esta zona cañera.

Los cuetes y la música de los mariachis, retumbaban a lo largo del camino; mientras los amigos y otros, murmuraban el acontecimiento, que no daban crédito a lo que había sucedido.

Así se fueron acercando al camposanto, hasta llegar a la nueva casa de Beto, el sentimiento y los nudos en la garganta empezaron a sentirse por todos sus seres queridos; de quienes recibieron la ayuda, -que donativos para la iglesia, para el deporte, para personas enfermas o aquellos que enfrentaban problemas económicos-, Beto, siempre ahí estuvo.

Ahí quedó Beto, bajo cuatro árboles de mulato y tres árboles de Primavera, que serán testigos mudos del pasar de los años; esos árboles que siempre le darán sombra, que cuidarán de él en su eterno descanso; hasta que ellos también mueran.

Descanse en Paz